El 6 de noviembre de 2021, tuve la oportunidad de acompañar y dar la bienvenida a más de 300 miembros de la comunidad Garífuna que habían viajado desde la ciudad de Nueva York a Washington, D.C. para honrar y celebrar a la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) como la ganadora de este año del Premio Internacional de Derechos Humanos Letelier-Moffitt.
OFRANEH y el Instituto de Estudios Políticos (IPS) colaboraron para celebrar este encuentro. Durante la primera semana de noviembre, OFRANEH mandó una delegación a Washington, D.C. para construir más solidaridad con su lucha y abogar por un cambio sistémico contra la violencia genocida que enfrenta el pueblo Garífuna en Honduras.
A lo largo del día, la comunidad Garífuna honró a nuestros colegas asesinados, Orlando Letelier y Ronnit Moffit, así como su propia resiliencia en la larga lucha por la recuperación de sus territorios ancestrales, la autodeterminación y un gobierno más justo y democrático en Honduras. La celebración fue cubierta localmente por The Wash.
Como becaria de IPS desde Nuevo México que trabaja en el Proyecto de Minería. Comercio e Inversión, me invitaron a compartir algunas palabras durante el evento en Sheridan Circle, para lo cual reflexioné sobre la historia del premio, su importancia y lo que se tomó en cuenta al seleccionar a OFRANEH como el galardonado internacional este año.
La Lucha por la Democracia en Honduras
El 21 de septiembre de 1976, Orlando Letelier, ex diplomático chileno bajo la administración de Salvador Allende y más tarde director del Instituto Transnacional de IPS, y Ronni Moffitt asociada de desarrollo del IPS, fueron asesinados en una explosión de coche bomba ordenada por el dictador general Augusto Pinochet.
Desde entonces, IPS ha participado en los esfuerzos para buscar justicia por este doble asesinato y llevar a cabo una ceremonia conmemorativa anual para nuestros colegas fallecidos al otorgar los Premios Letelier-Moffitt de Derechos Humanos. Este año, en nuestro cuadragésimo quinto aniversario, OFRANEH ganó el premio internacional junto con nuestro galardonado doméstico, la Coalición International para la Abolición de la Tortura y el Apoyo a los Sobrevivientes (TASSC).
Dos organizaciones hondureñas han recibido este premio antes, cada una después del golpe militar apoyado por Estados Unidos en 2009, que ha resultado en sucesivos fraudes electorales, aumentando el peligro contra quienes defienden sus tierras y territorio, la justicia y la democracia, y llevando a graves violaciones de los derechos humanos. La primera fue la Plataforma de Derechos Humanos de Honduras en 2010. El segundo fue el Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa en 2019.
Bajo el régimen de una narcodictadura, Honduras es actualmente uno de los países más violentos para defender los derechos humanos, la tierra, el territorio y el medio ambiente. Como la tercera organización hondureña en recibir el premio, OFRANEH enfrenta el racismo y la violencia institucional como una organización Afro-Indígena, liderada por mujeres. Las tres organizaciones demuestran la fortaleza del pueblo hondureño y su compromiso con los derechos humanos.
La lucha inspiradora e integral de OFRANEH nos llevó a seleccionarlos como ganadores del premio internacional de derechos humanos de este año. El trabajo comprehensivo de OFRANEH promueve el liderazgo de las mujeres, el resurgimiento cultural y la recuperación de sus tierras mientras abordan múltiples amenazas a sus territorios ancestrales a lo largo de la costa norte de Honduras.
La recuperación de las tierras Garífunas en Vallecito, conocida como la Tierra Prometida a OFRANEH, ilustra su valentía y determinación para proteger sus tierras ancestrales. OFRANEH tuvo que enfrentarse al gobierno hondureño— que ahora se sabe tiene profundos vínculos con los narcotraficantes— para actuar contra el crimen organizado que había establecido una pista de aterrizaje en Vallecito. Una vez que recuperaron sus tierras, OFRANEH construyó un santuario en Vallecito al que provienen defensoras y defensores de derechos humanos y muchos otros de todo Honduras.
Además, este premio reconoce la lucha de OFRANEH contra diversas amenazas, como las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES), que son enclaves comprados por inversores corporativos y no son restringidos por la ley nacional hondureña. Son creados para operar como si fueran su propio país soberano.
Responsabilizar a Washington
Como resultado de la lucha contra los intereses políticos, empresariales y criminales, OFRANEH enfrenta amenazas cada vez más violentas, a la vez que demuestra solidaridad permanentemente con los demás.
Por ejemplo, la organización enfrenta estas amenazas bajo su iniciativa conocida como SUNLA, que en español significa “¡Basta Ya!,” es una abreviatura del Comité Garífuna de Investigación y Búsqueda de los Desaparecidos del Triunfo de la Cruz. Fue establecido tras la desaparición forzada de cuatro jóvenes Garífuna en Triunfo de la Cruz a manos de personas vestidas con uniformes de la Dirección Policíal de Investigaciones hondureña (DPI) en julio de 2020. OFRANEH creó SUNLA para buscar la verdad, la justicia y el regreso seguro de los hombres a sus familias. Por hacer tanto y bajo amenazas tan tremendas, OFRANEH merece este premio.
Finalmente, es fundamental mencionar la visibilidad que este premio le ha dado a la OFRANEH y su lucha aquí en los Estados Unidos, al tiempo que responsabilizamos a nuestro país por la participación de nuestro gobierno en brindar apoyo político a la narcodictadura y asistencia financiera que contribuye a la violencia en Honduras.
Las políticas neoliberales concebidas por instituciones en las que Estados Unidos tiene gran influencia, como el Banco Mundial, y el golpe militar de 2009 que Estados Unidos apoyó han empeorado e intensificado aún más las amenazas que enfrenta OFRANEH. Esperamos que este reconocimiento proporcione mayor visibilidad para la lucha de OFRANEH y cree una red de solidaridad más extensa.
Ha sido un honor acompañar a OFRANEH durante su tiempo en D.C. Esta poderosa organización tiene un claro compromiso de continuar su lucha para permanecer en su territorio ancestral y sostener y apoyar comunidades, a pesar de los riesgos, mientras sea necesario.